RUMI

Cada árbol y cada planta del prado
parece estar danzando;
aquéllos con ojos comunes
sólo los verán fijos e inmóviles.

29 nov 2013

Distorsiones cognitivas que justifican el delinquir

Distorsiones cognitivas que justifican el delinquir

Héctor Eduardo Berducido Mendoza (Universidad Mesoamericana de Guatemala), en su trabajo sobre psicología del delincuente dice:
"Walters,  basándose  en  trabajos  previos  de Yochelson  y  Samenow  (1976),  entre otros,  sostiene  la  tesis  de  que el  delincuente  persistente  emplea  ocho  distorsiones cognitivas básicas, que justifican el delinquir
1.    La auto exculpación, o  justificación de  las razones por haber realizado el delito concreto,  que  son  del  todo  irrelevantes. También  incluye  el  echar  la  culpa  de  aquél  a agentes externos; 
2.    El  corto  circuito,  que  permite  eliminar  la  ansiedad,  los miedos  y  los mensajes disuasorios para el crimen mediante expresiones, gestos o ritualidades; 
3.    La  permisividad  o  autorización,  por  el  que  el  individuo  se  arroga  un  estatus privilegiado, la prerrogativa para satisfacer todos sus deseos; 
4.    El control ambiental u orientación de poder, que inducen al sujeto a que intente controlar  todas  las  circunstancias  que  le  rodean,  señalando  una  visión  simplista  del mundo, dividido entre fuertes y débiles; 
5.    El sentimentalismo, por el que el delincuente pretende aparentar ser una buena persona, mostrando sus cualidades positivas; 
6.    El súper optimismo revela a un sujeto con una visión irreal de la propia valía, de sus atributos y de las posibilidades de evitar las consecuencias de sus acciones; 
7.    La  indolencia cognitiva  supone  la pereza de pensar,  la  ley del mínimo esfuerzo, muy asociado finalmente a:
8.    la inconsistencia en toda empresa que se emprenda, es decir, el fracaso para comprometerse en tareas que requieren de cierto esfuerzo y trabajo.-"