RUMI

Cada árbol y cada planta del prado
parece estar danzando;
aquéllos con ojos comunes
sólo los verán fijos e inmóviles.

29 sept 2013

El dinero no es el problema. El dinero en sí mismo no es malo o bueno.

   “El dinero no es el problema. El dinero en sí mismo no es malo o bueno.
     El dinero en sí mismo no tiene o deja de tener poder. Es en nuestra interpretación de lo que es el dinero, en nuestra interacción con él, donde está el verdadero problema y donde encontramos la verdadera oportunidad para el auto-conocimiento y la transformación personal.”


     Lynne Twist


 El dinero, frecuentemente malentendido en nuestra cultura y también frecuentemente provisto de una connotación negativa, puede ser vehículo de transformación personal y social. Sin embargo, rara vez es visto desde esa perspectiva. El dinero puede ser vehículo para el amor, la energía, la intención, la claridad, el compromiso y la visión para las más altas aspiraciones e ideales. Nuestra relación personal con el dinero determina cómo funcionamos en nuestra vida. Muchos de nosotros tenemos heridas producidas por el dinero que nos mantienen detenidos, e impiden que éste fluya libremente a través de nuestra vida. Existe un nuevo contexto para el dinero, basado en lo suficiente y la plenitud para el individuo, y que sirve como enfoque para este diálogo con Lynne Twist.

Lynne, tú das seminarios sobre lo que llamas "el alma del dinero". Normalmente, no relacionamos la palabra "alma" al dinero. ¿Cómo es que haces eso y por qué?

Mi concepto del dinero es que éste es un objeto inanimado que hemos fabricado, el cual no tiene poder o autoridad mayor que la que le hemos asignado. Y en ese contexto, podríamos asignarle algún tipo de significado espiritual, voz o poder, si queremos, y darle un alma.

 El dinero no tiene alma en realidad, pero nosotros sí. Y somos nosotros, las personas, por quienes fluye el dinero. De manera que, cuando hablo del alma del dinero, lo que quiero realmente significar es tu alma y mi alma y la forma de usar el dinero como otra vía para expresar el alma que todos poseemos.

Veo el dinero un poco semejante al agua. Cuando el agua se encuentra en movimiento y fluyendo, limpia y purifica, es responsable de todo lo verde y crea crecimiento; es hermosa. Pero cuando se detiene, se comienza a ensuciar e incluso se torna tóxica y pútrida. Pienso que sucede lo mismo con el dinero. Y todos aquellos de nosotros que tenemos dificultades para dejar que el dinero fluya -a través de nuestra vida y nuestros sueños- se nos torna a veces un poco nebuloso el tema. Es parecido a mirar el mundo a través de los ojos de un pez en un acuario de agua no muy cristalina; simplemente no se puede ver con claridad. Una de las misiones de mi vida es capacitar a la gente para que mantenga el dinero en movimiento, relacione el dinero con sus más altas aspiraciones y lo envíe allá afuera, al mundo, con amor, con voz, con compromiso, con visión; porque el dinero lleva energía adonde quiera que vaya.

Algunas personas piensan que solicitar dinero para actividades positivas es dificultoso y tratan de evitarlo lo más posible, pero yo considero que mi trabajo, como solicitante de fondos para el Proyecto Hambre, es un trabajo sagrado. Yo disfruto del lujo de solicitar dinero a la gente, ya que brindo, espero, una nueva luz a esto, porque realmente siento que necesitamos re-establecer nuestra relación con el dinero, ya que tiene una enorme influencia en nuestra vida. No importa si vives en la India y sólo tienes dos o tres rupias para ti, o eres un billonario viviendo en Brasil. Para cualquier persona entre ambos extremos, el dinero tiene una enorme influencia en su vida. Hemos dejado que el dinero nos maneje. Hemos dejado que nos domine. El dinero no tiene poder en sí mismo, sólo el poder que le hemos dado.

Sobrevaloración del Dinero

Si yo te muestro un yen japonés y tú no sabes cuál es la tasa de cambio para dicha moneda, éste no significa nada para ti a menos que alguien te explique cuál es el cambio a tu moneda. El dinero sólo tiene el valor que le hemos asignado, e indudablemente hemos sobre-valorado su valor. La verdad es que, en muchos casos, hemos hecho del dinero algo más importante que la vida humana. En el corazón de todo, hay una real mentira que hace que la gente mate por dinero, que haga cosas espantosas a nuestros propios hijos por dinero.

No hay nadie que no haya sufrido o que no tenga heridas por su relación con el dinero. Es como una herida abierta, ya que todo el mundo actúa de una manera que no es como para estar orgulloso acerca de la dirección que toma el dinero hoy en día. Existe una enorme cantidad de trabajo de sanación por hacerse en relación con este tema. Como solicitante de fondos del Proyecto Hambre, considero que este tipo de actividades puede ser uno de los comienzos para sanar a la gente en su relación con el dinero, y puedo ver cómo los participantes del proyecto son los autores y reinventores de esto y por sí mismos. Tú, yo y cada persona en el mundo es bombardeada con mensajes que nos dicen que no seremos felices hasta que compremos tal producto, que no seremos bellos hasta que no usemos aquello en nuestro pelo, que hay algo malo en tu olor y debes usar tal o cual perfume. Nos dicen que no somos una unidad, que no estamos completos, que no somos autosuficientes. Y tenemos este tipo de mensajes 24 horas al día. Lo que yo digo es que la realidad es totalmente diferente, que existe una base totalmente distinta, y es que tú y yo somos un todo y completos, somos suficientes exactamente como somos.

Una de las creencias comunes acerca del dinero es que si no poseemos suficiente siempre desearemos más. Vemos estrellas deportivas con contratos multimillonarios por año y jugadores de fútbol que rechazan una oferta de cambio de club de varios millones de dólares ¡por otra aún mejor! ¿Cuánto dinero es realmente suficiente?

Me encanta tu pregunta, porque va directo al centro de nuestra relación con el dinero. El dinero es una especie de aspirina para la mentira o mito que Llamamos escasez.
No sólo pensamos que las cosas son escasas, pensamos en la condición de escasez permanentemente. Tenemos una idea fija que nos hace pensar que no importa lo que suceda, no es suficiente. Mírate a ti mismo a lo largo de un día. Cuando despiertas en la mañana, sin importar a qué hora te acostaste la noche anterior, ni la hora en que estás despertando, el primer pensamiento de casi todo el mundo es "no he dormido lo suficiente". Y luego, el siguiente pensamiento es "no tengo suficiente tiempo para Ilegar puntual a mi trabajo" o "no hay suficiente leche en el refrigerador" o "no tenemos suficiente dinero para hacer las cosas que realmente queremos", o si tienes un cargo gerencial en una compañía "no tenemos suficientes ganancias". Este es el marco de referencia para nuestra vida, particularmente en occidente, pero prácticamente en todo el mundo.

Así, puedes pasar todo el día con la idea fija en tu subconsciente de que "no tengo suficiente" y "no soy suficiente". No importa con quién hables, de seguro vas a tener una conversación acerca de que "no hay suficiente de esto" y "no tengo suficiente de aquello". Es el marco de referencia para nuestra forma de vivir y pensar. Y el dinero es el gran remedio para esta noción de permanente escasez.

Yo sugiero que repensemos todo esto; particularmente en este momento de la historia cuando estamos enfrentando desafíos ambientales más allá de lo que cualquier generación anterior haya visto, y empecemos a tomar nota, tomar responsabilidad y autoridad en el contexto de suficiencia, totalidad e integridad para nuestras vidas. Y déjame decirlo de nuevo, "suficiente" es la palabra que he elegido, no abundancia. Abundancia es el opuesto de escasez; abundancia es más de lo que necesitas, y escasez es menos de lo que necesitas. En algún punto entre ambos conceptos está lo suficiente, que es exactamente lo que necesitamos y nada más.

 Si tú y yo, y los lectores de este artículo, miramos nuestras vidas, veremos que tenemos exactamente lo que necesitamos. El vaso frente a mí está exactamente lleno: no casi lleno y no rebalsándose. Vivir una vida en la cual reconocemos lo que es suficiente es una vida plena. Pero es un contexto hacia el cual uno debe ir y crearse para sí mismo. Tengo un principio que he inventado. Si abandonas todo aquello que realmente no necesitas, eso libera una enorme cantidad de energía que aumenta lo que ya posees. Verás que lo que ya posees se expande, y estoy hablando de amor, tiempo y todo lo relacionado, incluso el dinero mismo.

Toma el tiempo, por ejemplo. Cuando dejas de buscar hacer más con tu tiempo de lo que realmente necesitas, éste se expande, ya que no tienes que gastar energía en hacer cosas que no necesitas, en las que estabas tan ocupado que ni siquiera te dabas cuenta quién eras y qué tenías. Ese es el contexto de lo suficiente, liberar energía para ti mismo, para realizarte con lo que tienes, con el conocimiento de la totalidad, de lo exactamente suficiente.

 Lynne, escuchándote hablar deduzco que es importante tener claridad sobre la diferencia entre deseos y necesidad, ¿no es así?

Sí. Y es justo el tiempo para que la humanidad se lo pregunte. No obstante que la mayoría de nuestros deseos provienen de nuestras necesidades, hemos llegado demasiado lejos al respecto. Pensamos que no podremos sobrevivir si no hay más petróleo, ciudades y autopistas. Hay gente que piensa incluso que no puede vivir sin cigarrillos. Hemos transformado nuestros deseos en necesidades y ése es otro mito. Es otra mentira basada en nuestra cultura adictiva y consumista y en la que nos encontramos realmente perdidos.

Gracias a mi trabajo, he tenido la fortuna de interactuar con mucha gente que tiene muy, pero muy poco, en Bangladesh, Ghana, Senegal. Interactuando con ellos, se puede observar en sus semblantes y en su vida comunitaria, en su relación con los niños y ancianos, un tipo de satisfacción y plenitud que se ha perdido en nuestra sociedad. Nosotros también tenemos hambre, pero la nuestra no es física. Nuestra confusión entre deseos y necesidades está basada en que estamos perdiendo nuestra base espiritual, la correcta relación entre las personas y la tierra misma. El miedo a la escasez, que es un verdadero tipo de enfermedad, nos conduce a una conducta insana.

Es fácil tener compasión por los pobres; sin embargo, es difícil tener compasión por los ricos. He descubierto que el ciclo vicioso de la abundancia es tan difícil de aliviar como el ciclo de la pobreza. Debemos recordar que el ciclo vicioso de la abundancia está Ilevando aI planeta por un camino que no es sustentable en el tiempo. Y no hablo sólo de la gente rica; cuando hablo del ciclo vicioso de la abundancia me refiero a Ia gente común y corriente que está convencida de que necesita el próximo auto, las próximas vacaciones.

Cuando hablo de abundancia, quiero decir el promedio de las personas, que están atrapadas en la idea fija de que apenas comienzan a tener un poco más de lo que necesitan, empiezan a comprar una serie de cosas que realmente no necesitan; luego, tienen que preocuparse de ellas y, entonces, tienes gran cantidad de energía atrapada, sin salida. En ese punto, invertir dinero para mejorar tu vida y la sociedad donde te desenvuelves se transforma en algo casi imposible, ya que tienes que mantener todas esas cosas que no necesitas y que son verdaderas extensiones de tu vida. Y esto, desde mi punto de vista, es el ciclo vicioso de la abundancia, que forma parte del lado negativo de la economía de mercado. Si como individuos rompemos ese ciclo, comenzaremos a desmantelar estas grandes estructuras que nos llevan hacia una dirección no sustentable como individuos y como sociedad.

¿Cómo podemos romper ese ciclo? ¿Tienes alguna sugerencia?

Mi gran sugerencia es que inviertas tu dinero en cosas que tengan un real sentido para ti y la sociedad. Siento que se puede tener una posición sólida que haga al mundo mejor con el dinero, poder decir "esto es lo que mi dinero hace en la sociedad" "ésta es mi voz". La mayoría de la gente puede mirar su talonario de cheques y ver exactamente a qué está comprometida en su vida, ya que en nuestra sociedad el dinero es la voz de las personas.

 Usas el término "riqueza", lo que muchas veces se relaciona con dinero, ¿pero riqueza es mucho más que dinero, no?

Riqueza, para mí, -junto con otra palabra que podríamos usar que es prosperidad- es el sentido de felicidad, creatividad y plenitud en la vida. Y como tú sabes, mucha gente posee riqueza, pero no está etiquetada normalmente como rica. Cada mañana, el sol sale e ilumina el cielo, sin importar donde vivas. Y cuando te sientas y observas el atardecer, te das cuenta de que la riqueza, la prosperidad y la felicidad están disponibles para ti, sólo considerando nuestra relación con la tierra, el sol y las estrellas. Riqueza es entender la belleza y majestuosidad de un árbol. Riqueza también es amar a tu esposo, tu trabajo. Riqueza es la felicidad de educar a tu hijo. Esa es riqueza, y todo eso no cuesta nada. Son una inversión para el espíritu, y cuando el espíritu humano es liberado, lo que se ha liberado es el alma, la riqueza del corazón, del amor, el sentido de interrelación con los demás y la profunda verdad que constituimos cada uno de nosotros. Y en esa verdad, todo el mundo es uno contigo y te pertenece.

 


En los últimos 25 años, Lynne Twist ha recaudado más de 150 millones de dólares en 87 países diferentes para distintas causas filantrópicas.


Lo que sigue a continuación es un extracto de algunas de las ideas que presenta y que están en el sitio de Soul of Money Institute, la organización que creó para expandir su mensaje.
(Lynn Twist es una de las invitadas a nuestra Celebración de los 20 Años de Newfield en Villa Leyva, Colombia, en Octubre de este año)



“Cada uno de nosotros experimenta una tensión de por vida entre nuestros intereses económicos y el llamado de nuestra alma. Cuando estamos en los dominios del alma, actuamos con integridad. Somos atentos y generosos, valientes y comprometidos. Reconocemos el valor del amor y la amistad. Admiramos una cosa pequeña cuando está bien hecha. Experimentamos momentos de sobrecogimiento en presencia de la naturaleza y su belleza agreste. Somos abiertos, vulnerables y cordiales. Tenemos la capacidad de ser conmovidos y la generosidad nos es natural. Somos confiables y confiamos en otros, y nuestra autoexpresión florece. Nos sentimos en paz con nosotros mismos y confiados en que somos una parte integral de una experiencia más grande, más universal, de algo mayor que nosotros mismos.



“Cuando entramos en los dominios del dinero, suele haber una desconexión con nuestro yo emotivo. Es como si fuésemos transportados súbitamente a un campo de juego diferente, donde todas las reglas han cambiado. Bajo el control del dinero, esas maravillosas cualidades del alma parecen estar menos disponibles. Nos volvemos más pequeños. Trepamos o corremos para “obtener lo que es nuestro”. A menudo nos volvemos egoístas, codiciosos, temerosos o controladores, o a veces, estamos confundidos o sentimos culpa. Nos vemos a nosotros mismos como ganadores o perdedores, poderosos o desvalidos y dejamos que esas etiquetas nos definan profunda y erróneamente, como si la riqueza financiera y el control indicaran una superioridad innata, y la falta de ellos sugiriera una falta de valor o potencial humano básico. Las posibilidades se disuelven. Nos volvemos cautelosos y desconfiados, protectores de nuestra pequeña parte, o desvalidos y desesperados. A veces nos sentimos llevados a comportarnos de modo inconsistente con nuestros valores, e incapaces de actuar de modo diferente.



“El resultado es una profunda división en nuestra forma de ser, en nuestro comportamiento y en nuestro propio carácter e integridad. Esta dicotomía, este quiebre en nuestra verdad, no sólo nos confunde en relación al dinero, también nos impide integrar nuestros mundos interno y externo, para experimentar la integridad en nuestras vidas, el momento exquisito cuando nos sentimos en paz, en unión con la vida. Esta experiencia más tranquila de integridad se ha perdido casi totalmente en nuestra cultura, superada por el ruido y la lucha alrededor del dinero. Este vacío existe en todos nosotros – yo incluida- y está en el corazón de las luchas más duras en la vida de todos nosotros.


http://www.newfield.cl/portada/el-alma-dinero